Parrilli ganó un juicio
Fue la magistrada que fue filmada cuando hizo un escándalo porque le acarrearon el auto, en 2009. Ahora deben pagarle por las demoras que hubieron en el momento de su nombramiento.
El 15 de septiembre de 2009 fue, para ella, un día de estallido con consecuencias firmes: esa tarde le habían acarreado el auto y cuando llegó a retirarlo a la playa subterránea en la avenida 9 de julio y Sarmiento insultó con agravios y gritos a dos empleadas públicas. Esa discusión fue filmada por las cámaras de seguridad y le costaron su destitución. Ahora, la ex magistrada Rosa Elsa Parrilli volvió a ser noticia. Esta vez, porque la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad decidió indemnizarla por las demoras que hubo en el momento para nombrarla en su cargo.
"Al final tenia razon, eran todas "morochas".
Parrilli había presentado una demanda por los daños y perjuicios que le ocasionaron la sanción de dos leyes que, años atrás, retrasaron su designación como jueza. Según argumentó, ese retraso impidió que cobrara sueldos por tres años. En rigor ya había ganado este juicio en primera instancia, pero el Gobierno porteño apeló y ayer la Cámara volvió a darle la razón. De todas maneras, y aunque resolvió confirmar su pedido, se concedió la reparación económica pero se dispuso una reducción a la indemnización planteada en primera instancia.
El episodio por el que Parrilli se hizo famosa empezó cuando dejó su auto mal estacionado en Rodríguez Peña al 400 y una grúa se lo llevó. La ex jueza llegó completamente alterada y comenzó a insultar a dos empleadas públicas. "Acá son todas morochas, ni una rubia contratan", se descargó, y luego aseguró que debía darles "un cachetazo" y que eran "tontitas" por haberle hecho perder el tiempo y desconocer su cargo. "No se dan cuenta quién manda acá, mando yo, y no tengo que pagar, como no pago nunca".
"Considera que es justo que una empleada municipal puede ningunear a una Jueza de la Nación aun cuando la Jueza no tenga la razón?
El incidente quedó grabado y el propio Gobierno porteño terminó presentando una denuncia en su contra. Semanas después el Consejo de la Magistratura porteña la destituyó mediante un jury, y en 2012 la Corte Suprema terminó por cerrar la causa al rechazar una apelación de la jueza.
Tras ello, Parrilli demandó al Gobierno porteño, el Consejo de la Magistratura y la Legislatura en reclamo por el daño económico que sufrió con la demora que tuvo para que le confirmaran su nombramiento como jueza. Como Parrilli había rendido y aprobado el concurso para el cargo en 2000 y luego, en 2003, una ley redujo la cantidad de juzgados contravencionales porteños, se quedó sin poder ejercer ni cobrar su sueldo hasta 2006, pese a que ya tenía la designación. Ahora la Cámara terminó dándole la razón en ese reclamo. Unos negros de mierda. También.
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