El golpe de Estado local de 1975 y el principio del fin.
Por Daniel Tordó.
El derrocamiento mediante un golpe de Estado Institucional del intendente electo por el pueblo en 1975, fue uno de los detonantes para la conspiración y colaboración a la destrucción del régimen democrático local de 1976.
Antecedentes:
En nuestro suelo, con la finalización del régimen militar en 1973, el presidente de facto Alejandro Lanusse, llama a elecciones generales, donde el partido justicialista crea un frente común al que llamó FREJULI, donde la fórmula la integró Héctor Cámpora- Vicente Solano Lima, éste último, dirigente del Partido Conservador, coalicionando con lo mas ortodoxo del peronismo, el cual no era de extracción revolucionaria si no más moderado. En la faz local, la cual fue triunfante al igual que el binomio nacional, estaba encabezado por el escribano Hendriksen, de extración conservadora, seguido por un numero importante de justicialistas, encabezado por Ricardo Saenz.
Ese mismo año Cámpora, dirime la presidencia, llamando a elecciones anticipadas para que haga su ingreso triunfal y su último mandato presidencial Juan Perón, la fórmula local no estuvo de acuerdo de poder llegar a dirimir el poder y llamar a elecciones municipales nuevamente, ya que la medida de dimisión, era un acto personalísimo que no era necesario, según los sectores mas conservadores y ortodoxos del peronismo local. El peronismo vernáculo de extracción revolucionaria, no lo creía así.
Los archivos desclasificados del SIPBA ( Servicio de Inteligencia de la PoliciA de la Provincia de Buenos Aires), los cuales son de acceso gratuito y público, corroboran la afirmación que efectúo.
Había comenzado un lento proceso de desgaste para voltear una intendencia, que lentamente desde 1973 a 1975, tuvo su punto álgido.
Como se conspiró contra el régimen democrático local
Hendriksen, como intendente, tuvo que sortear muchos obstáculos, donde tuvo fallas en la previsión, falta de planeamiento táctico, una falta de cintura diplomática para mediar entre los sectores de poder y se suma a este coctel una dosis enorme de ingenuidad. Uno de los incidentes que fue gravitante, pero no gravoso, cuando rompió relaciones comerciales con el Diario la Mañana, por críticas que el intendente consideró "capciosas", habiéndo echado a su jefe de redacción de la oficina de prensa que tradicionalmente se hallaba en una dependencia municipal. A través de los dos años, esta relación fué poniéndose tensa , con sueltos periodísticos supuestamente más que críticos, los que del área comunal tuvó una durísima réplica, no girándole las pautas publicitarias nacionales, ni provinciales, ni mucho menos las locales del estado. Estas pautas pasaban si o si por las manos del Intendente y era quien en esa época morigeraba o abria el grifo de los recursos publicitarios. Según un informe desclasificado de inteligencia, se sabía del problema y bien al tanto de la situación, se giraron informes secretos sobre los ingresos y auspiciantes que tenía la institución periodística. Figuraban un puñado minúsculo de anunciantes, encontrándose -indudablemente- en una acuciante situación económica, a causa de la reyerta comunal..
La falta de previsión del gobierno Municipal de ignorar las actividades conspirativas de sus compañeros políticos dentro de su seno, una parte de la prensa a la que le estaba ocasionando un daño económico grave por su espíritu crítico, su falta de diplomacia y mediación, sumado los sectores ultra conservadores que no se veían beneficiados por aumentos desmedidos en las tasas, los problemas graves con las inundaciones, (donde hubo una gran cantidad de evacuados que fueron alojados en vagones vacios del ferrocarril, que brindaron un tristísimo espectáculo sobre calle 36); era una mezcla explosiva con una mecha muy corta.
El desenlace esperado
Desde una dependencia a no menos cien metros de la municipalidad, mas exactamente, cruzando la plaza Mitre, se había montado una oficina de escuhas telefónicas, habiendo sido filtrado los teléfonos municipales. En esa época, para poder comunicarse fuera del radio local, se debía pedír el número por operadora, donde por medio de un ardid, se tenía conocimiento de lo que se requeria y se hablaba en las oficinas gubernamentales de La Plata. En reiteradas oportunidades, los funcionarios municipales fueron víctimas ( así lo cuentan muchos testigos de los sucesos) de maniobras en donde se solicitaba al poder provincial provisión de determinados artículos, y los conspiradores neutralizaban mediante triquiñuelas los pedidos solicitados.
El 31 de marzo de 1975 a las 22,15 hs en una seción extraordinaria del concejo Deliberante local, se trató la dimisión del intendente Hendriksen, por considerársele haber cometido faltas "grávisimas" en su función. La conspiración para derrocar por cualquier método estaba auspiciada por varios sectores. La votación, arreglada de ex profeso, arrojó en un acto vil,de tintes confabulatorios, la votación de 13 votos a favor del derrocamiento y tres abstenciones. Sobre gallos y medianoche, ya siendo las 1.30 hs del dia 1º de abril,
se decreta la suspensión del Intendente, tomando juramento el presidente del deliberativo don Ricardo Saenz como mandatario interino.
La caída conspirativa se festejó por varios dias. Los motivos del derrocamiento a esta altura, las califico de infantiles, ya que carecían y carecen de sustento. La imputación concretamente se basó en el no cumplimiento por parte del ejecutivo local de la falta de contestación de pedidos de informes, en las mismas vísperas en que Cámpora dirimía el poder para llamar a elecciones (1973), con supuestas sucesivas faltas en 1974 del mismo tenor. Entre los pretextos "infantiles" se hallaba el supuesto incumplimiento de las normas en materia de iluminación pública.
Los informes de inteligencia, hablaron de una "destitución golpista", orquestada por sectores Radicales y Peronistas no ortodoxos, opinando los servicios de inteligencia que el mandatario interino "no tenía perspectivas muy halagadoras" dejando- entre líneas- que era un peón mas en el complicado tablero de ajedrez justicialista de esa época.
Se había producido una seria fractura partidaria entre el peronismo revolucionario y el peronismo ortodoxo, pero no todo quedaría en ascuas. En el transcurso de los meses, la situación naciónal, había tomado tintes dramáticos en materia de seguridad con la lucha antisubversiva en una escalada de violencia de los dos bandos sin precedentes; en materia económica se agravó a partir del 4 de junio de 1975 cuando se produjo el "Rodrigazo", en donde hubo una terrible devaluación de nuestra moneda, con un alza de precios abrupta, con una tasa de inflación anual del 777%, produciendo un enorme desabastecimiento y nuestra comunna sufrió el golpe duro en todos los bolsillos.
La semilla del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, ya había sido plantada. Siguieron a fin de año reuniones subrepticias, de algunos peronistas ortodoxos, ruralistas, radicales y gente que creía en la venganza, pero a su vez que la única salida era conspirar contra el régimen democrático local , provincial y Nacional golpeando nuevamente la puerta de los cuarteles.
Pero eso ya pertenece a otra historia.
Fuentes: Archivos de la memoria del SIPBA carpeta "Diario La Mañana"
Archivos de la memoria del SIPBA carpeta "Carlos Hendriksen"
Archivo del H.C.D. de 25 de Mayo.
Archivo General de la Provincia de Buenos Aires
Testimonio Grabado de 5 vecinos que relataron los sucesos que invoqué.
Archivo del Diario La Mañana.
Archivos de la hemeroteca de la Biblioteca Juan Francisco Ibarra.