Desde hace mucho tiempo, todos los primeros días del mes aparece el "Colorado". Se sienta a tomar un largo café en la confitería carvimar y recibe a una nutrida cantidad de constructores locales, los cuales le vienen a traer "El aporte" para que el sindicato no le valla a romper las guirnaldas a las obras. Esto no es de ahora, es de siempre. Mucho poder e impunidad importada desde la cercana ciudad de Chivilcoy.
Es lisa y llanamente actitudes retorsivas a las que son expuestos nuestra mejor industria, la de la construcción, que a pesar de todos los desbarajustes económicos, nunca se detuvo. Ya es hora que las autoridades terminen con esta mafia sindical.
El estado local también debería tomar cartas en el asunto y ocupar un rol importante, ya que afecta a una importante parte de la economía local, ayudando a estas empresas extorsionadas, ciento por ciento locales, a estar en regla.
Firmado Nicolas Lasa.
Puestero del Pami local.