Hace ya un tiempito, habíamos adelantado de que el humoroso super procedimiento por drogas local, sus imputados se les hiban a otorgar la prision domiciliaria.
A mas de un vecino nos queda esa amarga sensación que en las peliculas los villanos siempre pierden y en la vida real es todo lo contrario.
El narcotráfico local se encuentra avanzando a pasos agigantados. Solo basta ir una nochecita a las gradas del corsódromo local y como una hueste de gente se encuentra fumando marihuana o tomando alguna porqueria blanca que dice que es merca de 100 o algún pitillo con algún nevadito, como le dicen por acá al paco.
Nadie controla absolutamente nada. Quizás tenga que haber un muerto para que reaccionemos. Mas terrible es cuando uno se da cuenta que el procedimiento fué la consecuencia de una venganza entre policías. Valla a saber si es una forma de ajuste de cuentas. Nadie dice nada. Cada habitante mayor de edad tiene el libre alvedrío para envenenarse con la porquería que quiera. De eso no existe objeción. Pero, tener en un puño a una sociedad anestesiada, subyugada bajo el Dios de la química no es lo que muchos queremos. Así surgieron las noticias de muchos que laburan de mulas, trayendo o llevando, mientras que las autoridades miran para otro lado.
¿Deseamos un pueblo drogado para no ver la realidad?
¿Debemos permitir que esos narcos aficionados crezcan y tomen el poder político?
Porque solamente nos falta eso, porque políticos drogones ya tenemos.