Va un Veinticinqueño a visitar al papa en el Vaticano y lo hacen esperar en un salón enorme que tenía un piso que parecía un espejo. En una de esas, se resbaló y dio la jeta contra el piso.
Vino un curita joven, lo ayudó a levantarse y le dijo - buonasera!
- ¡Si pero mas resbalosa que la mierda!