Para ilustrar con un ejemplo paradigmático la corrupción moral que recorre la República Argentina desde que la progresía, las derechas y las instituciones esenciales del Estado se rindieron políticamente a la ofensiva mediática de una izquierda decidida a borrar de la Historia sus crímenes, se podría seleccionar, por su especial carga de cinismo y manipulación, el caso conocido como “la noche de los lápices”.
La versión -ridícula e inverosímil- de que un Ejército inmerso en una guerra contraterrorista ejecutara en 1976 a unos adolescentes por reclamar billetes de autobús gratuitos para estudiantes, ocultaba la verdadera causa por la que fueron capturados. Las movilizaciones estudiantiles por el billete gratuito en la ciudad de La Plata, que la leyenda establece como factor detonante, sucedieron ¡un año antes! de la famosa noche. Esta pueril mentira (bastaba consultar las hemerotecas) estaba dirigida a silenciar una verdad que debía manipularse en función de la propaganda política: la militancia de esos adolescentes en Montoneros a través de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES); un “ámbito” de la Juventud Peronista montonera, el frente político de la organización.
Y esta primera aclaración nos sitúa en lo fundamental. Como todo aparato de una organización político-militar, la UES funcionaba simultáneamente en dos niveles: en el político de superficie como grupo estudiantil, y en el militar clandestino como milicias y/o tropas auxiliares del Ejército Montonero. Los milicianos cumplían tareas de recolección de datos para Inteligencia, tales como horarios y trayectos de futuros “objetivos” a eliminar; realizaban acciones de distracción en determinadas operaciones militares cortando rutas con barricadas, escondiendo armas en sus casas, actuando como correos, etc.
Y si era preciso matar, mataban. Como ocurrió en el caso del dirigente sindical peronista Rogelio Coria; y en el del general Cesáreo Cardozo, Jefe de la Policía Federal, asesinado por la miliciana de 17 años, Ana Maria González.
También el ERP utilizaba a sus Juventudes Guevaristas como fuentes de reclutamiento (coparon decenas de colegios para leer proclamas e izar su bandera), y como milicias. Entre sus muertos en el combate de Monte Chingolo hubo dos adolescentes de las JJ. GG. Tener en cuenta el factor de la doble militancia es fundamental para cualquier análisis de las organizaciones terroristas. Es el ABC de sus estructuras.
En cuanto a María Claudia Falcone, principal protagonista de “la noche de los lápices”, ha quedado definitivamente acreditado desde 2002 por su hermano, el ex montonero y actualmente poeta y cineasta Jorge Falcone; que era la Responsable de la UES del Instituto de Bellas Artes, y que en la casa de su tía abuela donde fue capturada guardaba un arsenal. Añadiendo, para mayor precisión, que en la cisterna del cuarto de baño el Grupo de Tareas encontró “varias armas cortas y algunas pepas (granadas) envueltas en bolsas de plástico”; y que los militantes de la UES no eran unos “perejiles”, sino que tenían formación política y militar
Para el testimonio de Jorge Falcone, ver:
Montoneros, soldados de Menem. ¿Soldados de Duhalde?
Autora: Viviana Gorbatto. Editorial Sudamericana. Entrevista.
Y el texto que leyó el 25 de abril de 2002 en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo (Bonafini) durante la presentación de su libro Memorial de guerra larga en el marco de actividades de la Feria del Libro.
Pagina DigitalEs de mencionar que a la presentación de su libro asistieron los siguientes ex montoneros: su suegra y Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; su madre Nelva Falcone -una fundadora de las “Madres”-; Roberto Baschetti; Félix Pigna; Gabriel Fernández; Bernardo Alberte; Gonzalo Chávez; Eduardo Gurrucharri; Martín García; Juan Carlos Manoukian; Lissy Lettner; y Jorge Omar Lewinger: ex miembro del sector 8 del ELN (fundado por la Inteligencia cubana para extender la lucha armada a todo el Cono Sur si el foco boliviano del Che se consolidaba), y Oficial montonero. Su hermano Arturo Marcos, era Oficial Superior; y miembro de la Conducción Nacional.
Bien. Pues resulta que la miliciana montonera Falcone, que guardaba un arsenal en casa y era un cuadro de las Milicias-UES de La Plata, tiene una calle y varias escuelas a su nombre; y la fecha de su captura (que llaman secuestro) ha sido institucionalizada por Ley 10671 (15. 09. 1995) del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires como Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios. Una broma macabra, si tenemos en cuenta que durante la guerra revolucionaria los camaradas de la Falcone asesinaron en esa provincia a decenas de civiles y a 230 policías, es decir, a funcionarios de ese Estado provincial. Y que La Plata, ciudad capital de la provincia y sede de su gobierno, fue la más castigada por el terrorismo.
Posteriormente, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó lo mismo para su territorio mediante Decreto 1109, del 12. 06. 1998; y distintas provincias se fueron sumando a esta cruzada disponiendo que no sólo sea un día festivo, sino que los alumnos concurran a los centros escolares para debatir sobre “los Derechos Humanos en la Constitución Nacional y todo lo que se refiera a la convivencia democrática”. Valores y Derechos inobjetables de los que no pudieron beneficiarse los setecientos argentinos asesinados por las organizaciones terroristas. Estos homenajes se complementan con la consabida proyección de la película “La Noche de los Lápices”, inauguración de murales y “aulas María Claudia Falcone”, lecturas de poemas a “los chicos asesinados por el terrorismo de Estado”, etc.
Todo esto forma parte del concepto que articula la propaganda marxista argentina desde que perdió su guerra revolucionaria: justificación y apología del terrorismo de izquierda; repudio moral y castigo penal para el contraterrorismo de Estado.
El relato mítico de “la noche de los lápices” fue formalizado en un libro de María Seoane y Héctor Ruiz Nuñez, quienes, a pesar de las declaraciones de Jorge Falcone, siguen sosteniendo con disciplina militante el mito intoxicador del boleto. “No eran temibles, ni enemigos armados, alfabetizaban en barrios pobres”, dice la Seoane con patológica obcecación, silenciando la doble militancia político-militar a la que no podía sustraerse ningún activista de la UES. En su boca los jóvenes milicianos se convierten en boys-scouts, o en alfabetizadores de una Iglesia evangélica.
Más aún. Aunque parezca increíble, hace tan solo dos meses, el historiador (!!) Osvaldo Bayer ha incluido a Pablo Alejandro Díaz entre el grupo de los desaparecidos en 1976 junto con la Falcone; omitiendo que su captura fue legalizada mediante prisión hasta 1980, y que en 1989 participó en el ataque del ERP-MTP al regimiento de La Tablada donde fue hecho prisionero. Cabe señalar que entre las personas detenidas en relación con aquella dantesca carnicería estaba la ya mencionada Nelva Falcone (Nelva Alicia Méndez de Falcone), madre de María Claudia y Jorge.
Asimismo, un anónimo pero espabilado cantautor canario llamado Rogelio Botanz, compuso una canción alegórica y, apuntándose al negocio de la cultura “setentista” bien subvencionada, en 1996 el cineasta Héctor Olivera llevó la leyenda a la pantalla.
Jorge Falcone relató en su entrevista con Gorbatto, que después del estreno, él y Pablo Alejandro Díaz -el “desaparecido” de Osvaldo Bayer que ahora vive en La Plata- fueron llevados en andas desde el cine hasta el obelisco, donde, en un improvisado acto, dijo que de “perejiles” luchando por un boleto, ni hablar; que su hermana era una militante montonera radicalmente comprometida. Tras lo cual se produjo un ruidoso silencio. Es de imaginar que desde entonces lo considerarán un “enemigo”.
Tiene suerte. En otros tiempos sus “compas” lo hubieran fusilado, como hicieron los exiliados en México con algunos disidentes; o como en Rosario en octubre de 1976, cuando arrojaron desde un octavo piso a tres compañeras que habían desertado.
1.- ANTECEDENTES.
El 1ro de Mayo de 1974, después de hablar el Presidente Juan Domingo Perón, los montoneros, son echados a patadas por los verdaderos integrantes del peronismo y los de la JP, y se van de Plaza de Mayo en medio de un descomunal desorden.
Los montoneros, que ya habían roto lanzas con Perón y que habían asesinado a Rucci cantaban: “…fuimos unos b…, votamos una m…, una p… y un c…”, que enfureció a su destinatario. A su vez los llamo “imberbes, imbéciles” y estos se tuvieron que ir de la plaza en actitud de rebeldía. ¿Quién no recuerda estos episodios?
Los montoneros se hallaban divididos y algunos sectores de estudiantes peronistas se sentían traicionados por Perón.
Entre ellos:
La Juventud Guevarista, La juventud Socialista, La Federación Juvenil Comunista, la Juventud Franja Morada de la Coordinadora Radical y el Grupo de Estudiantes Socialistas Antiimperialistas que respondían a la Unión de Estudiantes Secundarios (U.E.S.) de la ciudad de La Plata (Del libro La noche de los lápices)
A continuación, dos párrafos “muy importantes”.-
Estos grupos de estudiantes secundarios desarrollaban una intensa actividad conspirativa y violenta que agitaba el ambiente en los colegios secundarios. El estudio no les interesaba y aprovechaban su condición de estudiantes y de menores de edad para moverse en un ámbito de gran impunidad.
La bandera y la lucha de la UES era para conseguir el “boleto estudiantil popular”. Después de una serie de alternativas, el 16 de septiembre de 1975, el gobierno reglamenta gratis el BES (boleto estudiantil secundario) requerido por los estudiantes de ese nivel. Este hecho les quitaba las banderas del BES, quedando en evidencia la falsedad de la misma. A pesar de haber conseguido su objetivo la actividad revolucionaria de la UES aumento considerablemente.
Durante el año 1975 y el primer trimestre de 1976, la subversión, la violencia criminal y el ataque a las Instituciones habían alcanzado su pico mas alto en la ensangrentada guerra revolucionaria que azotaba la Republica.
En ese lapso se cometieron atrocidades imperdonables por parte de los montoneros terroristas y otras organizaciones: nada menos que 1.385 asesinatos arteros propio de cobardes, escondidos sin rostros.
Se atacaron 12 unidades del Ejército, centenares de comisarias, y asaltos a numerosos bancos y armerías de todo el país, asalto a canteras para obtener explosivos, secuestros millonarios.
Tres asesinatos cada dos días, si así como lo está leyendo y como suena muy frio, “ERAN TRES SERES HUMANOS QUE ASESINABAN CADA DOS DIAS” y una bomba cada cinco horas. La subversión necesitaba imperiosamente dos cosas: dinero y armas.
La ciudad de La plata era un caos. La economía en camino de la Hiperinflación (devaluación del 3% diario) y en octubre un elevado ajuste tarifario , que no afectaba la conquista estudiantil.
En síntesis:
La UNION DE ESTUDIANTES SECUNDARIOS, creada en épocas de Perón, se reconformo informalmente varios años después y paso a formar parte de la organización terrorista “MONTONEROS”, con miles de atentados con explosivos, crímenes y violaciones, torturas, secuestros, etc. Todos los jóvenes que integraban la UES sabían que formaban parte de esa organización delictiva, dado que satisfacían con su accionar las directivas emanadas de la Conducción Nacional de Montoneros.
2.- DESARROLLO.
Los estudiantes secundarios en La Plata estaban en la lucha revolucionaria. Entre los 14 y 16 años quedaron comprometidos.
Aprendieron a usar las armas de guerra, fabricar bombas caseras, organizarse en grupos celulares, efectuar pintadas nocturnas subversivas, realizar actos relámpago, ejecutar tareas de inteligencias, transformarse en correos entre células, realizar reuniones relámpago clandestinas, etc.
La subversión utilizó a estos estudiantes como “caballo de Troya” para todos estos actos bajo la bandera del ”boleto estudiantil” y bajo ese pretexto se realizaban movilizaciones en distintos sectores de la ciudad con diversos grupos juveniles. La reuniones eran relámpago, sorpresivas y casi todas terminaban en la quema de un muñeco que representaba a López Rega.
El libro “La noche de los lápices” (M. Seoane y HR. Nuñez) es muy ilustrativo sobre la personalidad, ideología y actividad de los estudiantes que luego serian mencionados como desaparecidos, creándose ese “slogan”, en un valioso documento que ratifica y prueba lo expresado.
La subversión se refugiaba en las facultades y en los colegios secundarios. En algunos actos, en el mes de agosto de 1976, en los colegios se produjeron algunas pintadas favorables al E.R.P., (Ejercito Revolucionario del Pueblo – Organización Terrorista), desordenes y violencia. “Todo ello presagiaba una tormenta”.
Esta situación fue desarrollándose e incrementándose paulatinamente. “La lucha por el boleto estudiantil” se fue transformando en una lucha de carácter político-insurreccional, donde los “estudiantes secundarios” entraron a formar parte activa en el accionar de las organizaciones revolucionarias.
En extrema síntesis, los subversivos, especialmente los montoneros, en los dias previos y posteriores a lo que después se bautizo con el nombre conocido, mataron a 33 personas, hirieron a mas de 150 y asesinaron a 8 personalidades. Ningún medio de comunicaciones, periódicos o revistas del país, lo menciona simplemente “por no haber pasado nada”
Diez años después, salta a la vista este episodio donde se destaca la desaparición de 6/7 estudiantes surgidos del relato del libro de Seoane y Nuñez, que mucho tiempo después, diera lugar a la filmación de la película con el mismo nombre
Esta situación fue desarrollándose paulatina y progresivamente dando lugar asi, al empleo de las fuerzas legales, que obligo a realizar acciones militares y policiales para detener este revolucionario accionar.
3- EL LIBRO.
Según el libro, la justicia no pudo probar nada. El solo testimonio de Pablo Díaz pretendió probar lo que la justicia (Cámara Federal) no pudo. Aquí vale recordar lo que dijo Ernesto Sábato, en Bogotá, sobre los desaparecidos :” Se habían recibido mas de 2000 denuncias pero la dificultad estriba en las muy escasas pruebas y que la mayoría eran solo testimonios”
El libro citado, fue terminado el 07 de junio1986, 9 años y 10 meses después de los presuntos hechos, y como se expresara en párrafos anteriores, durante el gobierno de Alfonsín.
Lo allí narrado fue la base exacta que se tomo para producir la película del mismo titulo.
4- LA PELICULA.
Cuando ya se había recompuesto la situación institucional en el país, en el periodo del Dr. Alfonsín, – década del 80 – , se estructura, se filma y se difunde la película “La noche de los lápices” sobre el libro de M. Seoane y H. R. Nuñez, utilizando para ello, la versión de Pablo Díaz, militante activo revolucionario del E.R.P.,considerado en ese entonces el único sobreviviente de las acciones que llevaron adelante las Fuerzas Legales.
La película plantea el “accionar estudiantil” dentro de un contexto exclusivamente gremial, desatado por un grupo de estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata, que por este simple y burdo requerimiento, se transforma en un episodio donde los jóvenes son secuestrados , maltratados y asesinados brutalmente, pasando a ser desaparecidos. Todos ellos excepto uno, Pablo Díaz, quien era uno de los presuntos desaparecidos, es el que se transforma, diez años después, en el relator de la película contando una historia que fue reconocida en la Argentina como la horrorosa “noche de los lápices”.
Obviamente, cualquiera que haya conocido el desarrollo real de este proceso y que haya visto la película, además de considerarla una burda mentira, ha reconocido también en el Dr Alfonsín, uno de los pilares fundamentales de apoyo para su filmación, dando lugar asi a sustentar la teoría de que los militares eran una maquina de matar, totalmente descontrolados, torturadores y asesinos.
Resulta necesario despejar la mente, ser desapasionado e imparcial en los juicios y los pensamientos para comprender como se podría ser capaz de proceder de esa manera, ante un grupo de estudiantes que solo reclamaban una tarifa de transporte mas económica y reducida a sus posibilidades, que al fin fue lograda.
La película mencionada no contesta ninguna pregunta, ni aclara los interrogantes que surgen de su contenido. Sólo nuestra acciones de horror.-
Como no podría ser de otra manera, con el correr del tiempo y cuando ya se “aquietaron las aguas”, nos encontramos con una serie de información que desnuda los trágicos y mentirosos comentarios.
5- LA “SORPRESA” – PAGINA 12.
Después de haber pasado una década, un diario de ideas izquierdistas “glorifica la actividad de los terroristas del pasado” , a través de la publicación de un reportaje realizado a EMILCE MOLER.
QUIEN ES ESTA MUJER?, se preguntaron todos. Es otra de los sobrevivientes de esa “fatídica noche de los lápices”… y ella cuenta la otra historia : CUENTA LA VERDAD.
Según Pagina 12, – periódico al cual hice referencia – en un articulo del 15 de septiembre de 1998, expresa:
“La noche de los lápices se transformo en el estandarte de la dictadura militar, contra los estudiantes”.
“EMILCE MOLER, tiene 39 años, tres hijos y vive en Mar del Plata desde que los militares la obligaron a dejar La Plata. Allí fue capturada por ser una activa militante montonera. Sobrevivió para contarlo y no arrepentirse de su pasado.”
O sea que PABLO DIAZ no fue el único sobreviviente.
A esta altura del escrito, ya tenemos dos desaparecidos-aparecidos, Parece que los medios de prensa de ese entonces, o lo ignoraron o no lo quisieron dar a conocer. te sorprende ?.-
EMILSE fue capturada en la madrugada del 17 de septiembre de 1976, tenia 17 años y militaba activamente en la UNION DE ESTUDIANTES SECUNDARIOS (UES), agrupación de tendencia peronista. Ella y “GUSTAVO CALOTTI” QUE TAMBIEN VIVE -y ya son tres los aparecidos – y que esta radicado en Francia, conjuntamente con otra joven radicada en La Plata -y van cuatro los aparecidos – son hasta ese momento, los sobrevivientes de esa llamada “la noche de los lápices”
Decia EMILCE MOLER:
“Teníamos un proyecto político, en relación con los desaparecidos de los secundarios de La Plata. No fue exclusivamente la lucha por el boleto, eso era un objetivo superfluo que fue utilizado buscando reivindicar la militancia”.
¿Por qué su nombre no se asocia con la noche de los lápices?
“Pasé algo mas de un año y medio en Devoto hasta que me dieron la libertad vigilada y me dijeron que me vaya de La Plata, debía ser muy peligrosa. Con mi familia decidimos irnos a Mar del Plata.
La Noche de los Lápices se asocia con el boleto estudiantil, ¿pero Ud. habla de una lucha política mas amplia?
“No creo que a mi me detuvieran por el boleto. La lucha fue en el año 75, además no secuestraron a miles de estudiantes que participaban en ella. Detuvieron a un grupo que participaba en una agrupación política. Todos los chicos que están desaparecidos pertenecían a la UES, es decir que había a un proyecto político al fin”
Es indudable que esta información desnuda todos los argumentos de Pablo Díaz, quien se creyó el único sobreviviente de aquellos estudiantes comprometidos.
Frente a esta situación, no cabe ninguna duda de las mentiras que pregona la película sobre los métodos empleados contra esos jóvenes estudiantes terroristas.
Con este comentario termina la información de Pagina 12.
6- MAS INFORMACION.
Clarín:
Según Clarín, en la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”, el 18 de septiembre de 1999, se rindió homenaje a”sus 36 ex alumnos desaparecidos entre el 76/78 y se descubrió una placa por el aniversario de la noche de los lápices, donde de siete estudiantes secuestrados, había aparecido uno solo: Pablo Díaz. Cabe destacar que hasta ese momento no se había dado a conocer la aparición de los otros.
El discurso mas emotivo fue el de José Luis Calvo, ex militante de la Unión de Estudiantes Secundarios del Pellegrini quien hablo de los que fueron sus compañeros. “…. los familiares lo escuchaban sentados, en sillas colocadas en hileras, donde también estaban las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y las Abuelas, conjuntamente con más de 1000 personas que desbordaban el patio del colegio”
Posteriormente hablo H. De Bonafini, lanzando un controvertido discurso en contra del sistema democrático y de las Instituciones del Estado. Ante decenas de adolescentes, insto a los jóvenes…” a rebelarse contra la autoridad y echar por tierra los Poderes Legislativo y Judicial en todos los niveles” (La Nación 18 de septiembre 1999)
Pero como si esto no fuera suficiente, aparece un documento generando una nueva sorpresa para completar el cuadro general de los hechos…
En la Escuela Media Nro 7 de Palermo – Ciudad de Bs.As. , en un acto que se llevo a cabo en la “Sala B” de Centro Cultural General San Martin, bajo el el lema “LOS LÁPICES ESCRIBEN MEMORIA Y JUSTICIA”, dicha sala ha pasado a llamarse MARÍA CLAUDIAFALCONE en homenaje a la terrorista de la Juventud Guevarista INMORTALIZADA EN LA PELÍCULA “La Noche de los Lápices”. Durante ese acto el Secretario de Educación de esta Ciudad destacó que, “no puede haber una política educativa sin la política de la memoria”.
Relacionado con esta “joven idealista”, es necesario destacar lo expresado por su hermano en el libro de Viviana Gorbatto “Montoneros, soldados de Menen. Soldados de Duhalde”?.
DICE:
- “MI hermana no era una chica ingenua que peleaba por el boleto estudiantil. Ella era toda una militante convencida”
- “Ni mi hermana ni yo militábamos por moda. Nuestra casa fue una escuela de lucha”.
- “¿Tu hermana y vos eran montoneros convencidos?” “SI. Nadie nos usó ni nadie nos pagó. No fuimos perejiles como dice la película de Héctor Olivera”.
-“En el departamento donde cayó mi hermana se guardaba el arsenal de la UES de La Plata”
- “Mi hermana no cayó por el boleto secundario, sino por una patria justa libre y soberana”.
- “La gente que tenía la conducción de un colegio secundario no se chupaba el dedo. Tenía practica política y militar”
NOTA:
LA FALSA HISTORIA DE “ LA NOCHE DE LOS LÁPICES”
Es indudable, después de todos estos antecedentes, que “los chicos capturados” no eran “chicos inocentes”, sino miembros encuadrados dentro de la organización terrorista, tan terroristas como la que voló la Amia y la Embajada de Israel, entre otros episodios.
No cabe dudas de que los que desaparecieron – que son muy pocos – y los que luego aparecieron son parte del horror que ensangrentó al país.
Los estudiantes secundarios de La Plata fueron sólo una pieza de esa máquina que atacó a la Republica en sus Instituciones y a toda la sociedad en general.
Esta verdad permite extender el análisis sobre la casi totalidad de los presuntos desaparecidos del “NUNCA MÁS”, considerándolos como terroristas, caídos en el combate, autoexiliados, muertos y ejecutados por sus propias organizaciones y suicidados por la ingestión de la “pastilla salvadora de cianuro”.
No cabe dudas de que la sociedad fue nuevamente engañada y lo sigue aún a través de la acción psicológica y la prédica destructiva contra las FF. AA. las de Seguridad y Policiales.
Vale aquí, como corolario de esta historia lo que expresa “Carta Política”, cuando dice:
”La verdad es que la memoria de esos jóvenes terroristas, caídos por ideales equivocados, es mas respetada por sus ex contrincantes, que han dicho la verdad, que por los ideólogos que condujeron a esa barbarie, ideólogos que ahora usan su recurso para agitar un odio estéril”.