MENTIRA, ESA NO ES LA NOTA, NO HAY NADA MAS ABURRIDO QUE PASAR REVISTA Y VER TAPAS DE DIARIOS EN EDICION DE PAPEL.
LA NOTA ES ESTA...
ENTREVISTA A LUIS ALBERTO ROMERO
"Argentina fue un país que creaba condiciones para todos"
Docente, investigador, autor y divulgador, es también heredero y legatario de un apellido célebre en la historiografía argentina. En los días previos al Bicentenario evalúa con severidad el modo en el que el país llega al segundo aniversario de su vida institucional, con una marcada preocupación por el futuro y observaciones lúcidas sobre el pasado.
-¿En algún momento el país dejó de mirar hacia el futuro? -Hasta la dictadura militar, la Argentina tenía un Estado potente que iba en el sentido que marcaba un presidente –fuera éste Yrigoyen, Perón, Frondizi u Onganía–, pero a la vez, a lo largo del siglo XX, intereses corporativos se instalaron en el Estado. Los abogados de los sindicatos en el Ministerio de Trabajo o la Iglesia en el de Educación. De ese modo, los distintos sectores trasladaron sus disputas al interior del Estado y defendieron desde allí los intereses que el Estado debía controlar.
-¿Por qué, mirando dos siglos de historia, encuentra el quiebre en la última dictadura? -Porque después del '76 hubo un neoliberalismo "a la argentina": la idea de que achicar el Estado es algo bueno consistió en la apropiación de mayores porciones del Estado por grupos que se aprovecharon aún más de él. Cada vez que una corporación hacía pie en algún lugar del Estado, se achicaba o suprimía la agencia que debía regularla. El efecto provocado por los militares fue terrible porque pisotearon tanto la idea de normatividad que la contagiaron a todo el Estado la falta total de reglas.
-¿Comparte la idea de que muchas de las preguntas que habría que hacer ya fueron hechas durante la última gran crisis? -Es justo lo que dice. Yo recuerdo muy vivamente el 2002 como un año donde, además de los cacerolazos y los saqueos, había muchísima reflexión. ¡Aprendí tanto esos meses yendo a lugares rarísimos donde gente de lo más diversa se juntaba a discutir cosas! Fue un año del que salió una agenda que debió haber ejecutado Néstor Kirchner. En el 2003 me dije: "Voy a ver cómo encara desde la reconstrucción de las agencias estatales hasta la regularización del Estado". Y él eligió el estilo de gobernar a los golpes.
-¿Qué aspecto de la historia de estos 200 años revisaría? -La más gruesa tergiversación es la idea de nación. En la Argentina hemos tenido un nacionalismo muy duro, al menos hasta la guerra de Malvinas. Según esta visión, hay una esencia nacional que se manifi esta ya en el relato clásico de la historia argentina, que dice que el 25 de mayo nace la nación. Los historiadores han constatado que en 1810 nadie soñaba con ser argentino. Eso que llamamos "Argentina" se fue construyendo muy gradualmente a lo largo del siglo XIX, gracias a la acción de la escuela, sobre todo. Así que es una historia de la segunda mitad del siglo XIX. Cuando Mitre escribe La historia de Belgrano y La historia de San Martín, en 1870 y 1880, está fundando una Historia.
-¿Qué Historia funda? -Es una idea dura de la nacionalidad que, desde principios del siglo XX, difunden el Ejército, la Iglesia, el partido radical, el peronismo. Y así como se viene construyendo en un sentido, es posible reconstruirla en otro, como empezamos a hacer después de la guerra de Malvinas. Su fuerte efecto pedagógico ahora está un poco diluido.
-¿Hay características que marcaron de modo profundo esto que somos hoy y cuyo origen se ubique en 1810? -Quizás en Francia sea más fácil establecer una continuidad entre la Revolución Francesa y el presente. Pero la Argentina cambió muy drásticamente en la segunda mitad del siglo XIX: ni usted ni yo, como cuatro quintas partes del país, estaríamos aquí hoy sin la inmigración.
-Ya que está planteado como una celebración, ¿qué aspecto de historia común de estos 200 años merece festejarse? -Voy a decir una trivialidad, pero la Argentina fue un país espectacular entre las últimas décadas del siglo XIX y mediados del siglo XX. Yo alcancé a conocer un pedacito en la década del sesenta... Un verdadero experimento social, un país capaz de recibir a todos y de crear las condiciones para que todos se integraran y prosperaran. Hasta mi juventud era un país donde siempre los hijos estaban mejor que los padres. Ahora estamos en un momento en que para un padre es muy difícil transmitirle el mismo lugar a un hijo. Junto con eso hubo una increíble acumulación económica y cultural, al punto que todavía estamos viviendo de los últimos jirones de la escuela pública, de las universidades y del arte de entonces.
-¿Somos, como en 1810, un país con más futuro que pasado? ¿Con más dudas que certezas? -No se me había ocurrido, pero coincido. El año 1810, que estamos acostumbrados a que nos lo cuenten como el comienzo de la gran aventura fue, en realidad, el derrumbe del imperio español y un momento de "sálvese quien pueda". Así, a ciegas, nuestros antepasados vivieron un par de décadas en las que buscaron soluciones a tientas. Creo que ahora estamos un poco igual, con la idea de que algo de la Argentina ha explotado y confi amos en que, más adelante, esto se rearme de alguna manera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario importa.