La noche cayò para el Dia.

El cierre del supermercado Dia, uno de los mas populares y accesibles, deja en claro dos  cosas, "No hay progreso, ni hay plata". 

Por otra parte, puede intepretarse el cierre como un fin, pero tambièn como un principio, sin duda, con la economia floreciente, el bienestar ruralista, y el la conformidad de los estatales bonarenses, potenciales clientes de los beneficios del 50% de descuento con tarjetas de credito, los inversores extranjeros que pongan los dolares no deberian tardar en venis, o por lo menos grupos asiaticos, que, en diez y ocho años, ya "conquistaron" los pechos frios de algunos  ARgentinos, y monopolizaron el rubro. 

La inminencia del posible cierre de la Sucursal del CLC Veinticinqueña, -menos concurrido que el supermercado Dia, de alguna manera encolumna una recta final entre la competencia de la seudo Cooperativa de la familia Eguia, que, con distintos nombres comeciales, abre un supermercado contiguo, y lindero en muchos casos adonde los cooperativistas Asiaticos, se instalan.

Ya le ofrecieron a Eguia comprarle la cadena de locales, pero el Veinticinqueño espera por una mejor oferta, porque sabe que no solo le entrega clientela, locales puestos, y un espacio, sinò el absoluto monopolio del mercado, que, ni siquiera estarìa en manos de negreadores patrioticos autoctonos, sinò en personas que ni siquiera hablan nuestro idioma, pero por lo menos no reinvierten sus ganancias en 25 de Mayo sinò que siguen el modelo ejemplificador d elos funcionarios del Gabineta del Presidente MAcri y dejan los dolares afuera del pais, evandieno asì impuestos, y quien no, vamos, con un gobierno como el de Macri, y con un pueblo y conciudadanos como los que tenemos. 

La desuniòn hizo fuerte a los ajenos, como previniera Hernandez en ese libro mejor vendido en nuestro paìs, luego del Doña Petrona de GAndulfo que, requirirìa una revisiòn acerca de la estadistica antes mencionada, que, no cambia en nada, su bolsillo, excepto que se posea las regalias de autor que no es su caso posiblemente. Lo cierto, un supermercado cerrado y personas desempleadas, menos oferta y menos competencia comercial. 

Seguimos cambiando.