El acusado contó sus penas lloró y recitó
También dijo que "tomé el puesto de hombre de la casa, de padre de familia. Me levantaba y seguía hasta las 22. Volvía y cocinaba, lavaba".
"Mi hermano -agregó- no me entendió. No fue compinche y eso duele".
Luego con voz entrecortada por el llanto, replicó al fiscal -que cuestionó su arrepentimiento-: "Hace 9 meses que vengo llorando, preparándome. Quería llegar lo más entero posible. Tengo 19 años. Tuve que volver a contar todo. Paso a paso. Abrir heridas que había tratado de cerrar. Después de estar sin mi hermano y mi madre. Nunca los odie ni les desee el mal".
Bernasconi luego agradeció a todos. Al Tribunal, al fiscal, a su defensor, y aclaró que igual "el único que me puede juzgar es Dios".
El acusado finalizó recitando, muy emocionado, una parte de un conocido tema: "Resistiré como el junco que se dobla y sigue de pie".
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