El Trinelli dilema.
¿Debe quedarse o debe irse?
Un stand by se le diò a Davemar luego que Trinelli anunciara un "hasta acá" y un "año sabatico" se le otorgara desde la Comsión de Carnaval.
Trinelli, quien está ocupado en otros asuntos artisticos, manifestó que la producción de una comparsa insumia mucho tiempo dinero y esfuerzo.
Con mas de tres locales comerciales, una decena de empleados a su cargo, y producciones teatrales, Trinelli decidió poner los huevos en distintas canastas; pero el asunto del Carnaval aparentemente es un stop-by en el camino del Veinticinqueño.
Basicamente, quiere que le contraten como animador, y que los gastos de producción y elaboración sea esponsoreado por terceros.
Los gastos mas altos son precisamente estos ultimos y si consideramos que no menos de una treintena de personas son colaboradoras de Davemar, el "stand-by" de un año parece ser "demasiado" tiempo para algunos voluntarios.
Cierto es que Trinelli tomó una decisiòn y la anunció a los cuatro medios, los mas oidos y vistos en 25 de Mayo.
Aparentemente habrian existido interesados que no estuvieron interesados en interesarse realmente en la inversión y contratación del director y propietario de Davemar, mas que una pyme un S.r.l de plastilina que mueve sumas mas que importantes de dinero y que recauda en ventas de entradas comidas rapidas y publcidad. Un negocio que creò el Caranval como hoy se lo conoce y una Comisiòn de Carnaval que integrada por todas las comparsas le da forma a esto que año a año comulga en el asi llamado Corsodromo, ningun otro lugar que el Boulevard Valmarrosa, que, con nombre propio es mas conocido por el evento anual, el "Corsodromo".
El alcance del evento hace que la Dirección de cultura meta cuchara en el asunto y que los impuestos publicos soporten los gastos de iluminacion, seguridad, limpieza y organización sanitaria. El carnaval es "politico".
Si quieren "Davemar" que me paguen. Parece ser el mensaje.
Finalmente, la comisiòn de Carnaval, parcializada politicamente, evalua traer comparsas de otros sitios, lo que pone en la balanza si el negocio del Carnaval no es un sub-reducto politico del gobierno en turno, en una suerte de sombreado economico entre lo difuso y lo opaco de una comisiòn privada popular de fiestas publicas soportada con el erario publico con particulares que tienen colaboradores y de los cuales cobran unos pocos por su tarea y otros ven pasar los años sin otra satisfacciòn mas que la satisfacciòn de colaborar.
Cualquiera sea el resultado, y como sea resulte la misiva, quizá los cambios no sean negativos. Blanquear un negocio millonario quizá no sea conveniente pero seguramente culos no han de faltar.
Basicamente, eso alcohol y musica ruidosa. "Carnaval".
Nota. Esta nota ha sido corregida y modificada. La nota original puede leerse en el apartado "Editado".
¿Debe quedarse o debe irse?
Un stand by se le diò a Davemar luego que Trinelli anunciara un "hasta acá" y un "año sabatico" se le otorgara desde la Comsión de Carnaval.
Trinelli, quien está ocupado en otros asuntos artisticos, manifestó que la producción de una comparsa insumia mucho tiempo dinero y esfuerzo.
Con mas de tres locales comerciales, una decena de empleados a su cargo, y producciones teatrales, Trinelli decidió poner los huevos en distintas canastas; pero el asunto del Carnaval aparentemente es un stop-by en el camino del Veinticinqueño.
Basicamente, quiere que le contraten como animador, y que los gastos de producción y elaboración sea esponsoreado por terceros.
Los gastos mas altos son precisamente estos ultimos y si consideramos que no menos de una treintena de personas son colaboradoras de Davemar, el "stand-by" de un año parece ser "demasiado" tiempo para algunos voluntarios.
Cierto es que Trinelli tomó una decisiòn y la anunció a los cuatro medios, los mas oidos y vistos en 25 de Mayo.
Aparentemente habrian existido interesados que no estuvieron interesados en interesarse realmente en la inversión y contratación del director y propietario de Davemar, mas que una pyme un S.r.l de plastilina que mueve sumas mas que importantes de dinero y que recauda en ventas de entradas comidas rapidas y publcidad. Un negocio que creò el Caranval como hoy se lo conoce y una Comisiòn de Carnaval que integrada por todas las comparsas le da forma a esto que año a año comulga en el asi llamado Corsodromo, ningun otro lugar que el Boulevard Valmarrosa, que, con nombre propio es mas conocido por el evento anual, el "Corsodromo".
El alcance del evento hace que la Dirección de cultura meta cuchara en el asunto y que los impuestos publicos soporten los gastos de iluminacion, seguridad, limpieza y organización sanitaria. El carnaval es "politico".
Si quieren "Davemar" que me paguen. Parece ser el mensaje.
Finalmente, la comisiòn de Carnaval, parcializada politicamente, evalua traer comparsas de otros sitios, lo que pone en la balanza si el negocio del Carnaval no es un sub-reducto politico del gobierno en turno, en una suerte de sombreado economico entre lo difuso y lo opaco de una comisiòn privada popular de fiestas publicas soportada con el erario publico con particulares que tienen colaboradores y de los cuales cobran unos pocos por su tarea y otros ven pasar los años sin otra satisfacciòn mas que la satisfacciòn de colaborar.
Cualquiera sea el resultado, y como sea resulte la misiva, quizá los cambios no sean negativos. Blanquear un negocio millonario quizá no sea conveniente pero seguramente culos no han de faltar.
Basicamente, eso alcohol y musica ruidosa. "Carnaval".
Nota. Esta nota ha sido corregida y modificada. La nota original puede leerse en el apartado "Editado".
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