Me lo dijo un abogado cansado de transitar los pasillos de los juzgados de garantías. Se les escapó la tortuga. El caso del concejal no tendría que haber sido de esa manera. Al inicio del proceso, se solicitó la eximición de prision, la cual fue denegada, fue apelada con igual resultado insatisfactorio, fue a casación y tuvo idéntico resultado. Se diló un tiempo precioso, y se caía de maduro que detrás de esta resolución que había quedado firme, venía el auto de procesamiento y pedido de prisión preventiva.
Los letrados durmieron en la jugada y en un acto de ingenuidad jurídica- sic- lo expusieron.
La otra alternativa menos gravosa para el imputado- comenta este letrado- hubiera sido antes que ocurriese la detención, haberlo hecho renunciar a su banca, y antes de que se le hubiera aparecido toda la cana para sacarlo con los ganchos de su casa, se hubiera presentado en la fiscalía,ajustado a derecho, para luego solicitar la morigeración de la privación de la libertad. Así hubieran evitado un bochorno mayúsculo y un costo político que va a ser importante.
Otra cosa que me reveló este abogado fue que existen otros personajes del hormiguero político local con causas pendientes en la justicia. Dos procesados por defraudación, uno procesado por emisión de cheque sin provisión de fondos, uno imputado por usurpación de propiedad, otro por abigeato y otros dos por lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y el género, del cual uno tiene el auto de procesamiento dictado.
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