Escribe Juan Manuel Cerrat. Jumace@lids.eh.ar
No podia dejar de faltar para decir que la odio. No la soporto, esqualida, pajosa, espantosa, pasosa.

A su lado, Roberto Freccero, quien parecia el abuelo de Heidi con esa barba. Se inclina hacia adelante, como para hacer el sound check del microfono, o para hablarle al pueblo, con el gesto, con la postura, hacia la gente, se aleja de morticia, ella, tan cerca, el tan lejos, pero tan incomodamente cercada, policia, politicos, medios adictos, lamepautistas, genuflexos, cipayos, ortodoxos, obsecuentes, malparidos traidores escala bonsai a la patria chica.