Arrancan reja y roban. |
Le quitaron la reja y la forzaron para ingresar a una casa de calle 12 entre 41 y 42
En una propiedad, ubicada en calle 12 entre 41 y 42, se llevaron dinero, objetos personales y una moto, que luego apareció tirada. En otra, distante 200 metros, armas y plata. Los hechos se suman a otros, en la misma zona, ocurridos en los últimos días.
Los robos a casas quintas lejos de bajar, aumentan. Así como hace tiempo el foco estuvo en las propiedades cercanas al acceso Moisés Lebensohn, ahora está haciéndose blanco en las ubicadas más cerca del casco urbano, por ejemplo en la zona del barrio denominado “Las Violetas” y “La Lomita”.
Entre las 22.30 del viernes y la 1 de ayer, horario en el que no hubo gente, delincuentes causaron destrozos, se llevaron pertenencias y una moto de la quinta de Oscar Minervini, en calle 12 entre 41 y 42.
Tras romper una reja, ingresaron por la ventana de una pieza y recorrieron toda la casa. En cada ambiente revolvieron todo, dejando muchas cosas tiradas, llevándose dinero en efectivo y diferentes pertenencias que “recién sabremos cuando acomodemos todo, porque ahora es imposible saber todo lo que falta”, dijo el propietario.
Los malvivientes robaron un moto Honda Bross en la que escaparon y que ayer de tarde fue encontrada dentro de un canal del barrio Sandalio, junto con otro rodado que habría sido sustraído la noche anterior.
“En 15 años que vivo aquí, hubo hace tiempo un par de episodios menores como el hurto de herramientas, pero jamás habían ingresado a la casa”, dijo Minervini, mientras el responsable de una casa aseguradora tomaba fotografías. Avisada la Policía, personal de la Comisaría Primera concurrió a las 2 del sábado y ayer tomaron las huellas digitales que quedaron en puertas y ventanas.
“Es indignante que se lleven lo tuyo, pero aún más que anden por toda tu casa, revuelvan y tiren lo que encuentran a su paso. La sensación es muy fea”, sostuvo uno de sus hijos, mascando rabia.
Pero la noche del viernes no fue el único ilícito. Alrededor de las 23 también ingresaron a la casa de la familia Bidegain, en 41 y 10.
Se informó a La Mañana que saltaron a través de una edificación contigua y, una vez dentro, anduvieron por diferentes ambientes. Se apoderaron de armas, objetos personales y muy poco dinero en efectivo. Los ladrones, se estima, huyeron por el mismo sitio de ingreso alertados por los perros de la llegada de los dueños. A esa conclusión se llega porque en su apuro dejaron tirada una gorra.
En el mismo sector de la ciudad, la semana pasada ingresaron a la casa quinta de la familia López y el pasado fin de semana, una casa ubicada en la prolongación calle 204, a la altura de la 41 y el Camino al Sur, fue blanco de la delincuencia dos días seguidos.
Como ya informó este diario, En ausencia de la pareja que vive en la quinta, familiares organización una reunión y cuando llegaron, en la tarde noche del jueves, se encontraron con que faltaban trece sillas, algunas de madera y otras de plástico. Para la noche del viernes hicieron otro asado, partieron y cuando la encargada de la limpieza arribó el sábado, encontró los hierros retorcidos de unos ventanales, por donde tras romper los vidrios ingresaron al interior de la vivienda. Revolvieron, dañaron muchos objetos y se llevaron de todo. Parte de lo que iban a sustraer apareció en bolsas en diferentes partes del amplio parque, muestra que lo que no pudieron cargar lo habían dejado preparado para volver en su búsqueda.
Más allá de lo recuperado, entre lo que se cuenta una bordeadora, electrodomésticos y vajilla, la pérdida fue de varios miles de pesos, puesto que robaron dos televi-sores plasma, una computadora, he-rramientas de mano, miras telescópicas, vajilla y vestimenta.
En tanto, al atardecer del jueves dos encapuchados intentaron cometer un ilícito en una casa de de 7 y 19, pero los dueños advirtieron la maniobra, se encerraron y los delincuentes huyeron, ante el seguro aviso a la Policía.
Reforzada la seguridad en el acceso Lebensohn, los ladrones están actuando en otros sectores y, a juzgar por los sucesos narrados, con una tarea de inteligencia previa. La Policía tiene ahora el desafío, y la responsabilidad, de esclarecer los ilícitos.
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