La jueza María Servini de Cubría explicó ayer por qué quedó en libertad Gastón Aguirre, el motochorro que intentó robarle la mochila a un turista canadiense en el barrio porteño de La Boca.
En declaraciones radiales, la jueza aclaró que me lo"a mí detienen en un procedimiento irregular. Entonces lo traemos, lo indagamos, el señor pide la excarcelación, el fiscal no se opone y queda a disposición del juzgado de inst
Mano derecha se ve el arma de f uego cargada que luego segun el delincuente descartara en el rio. |
Yo no lo dejo en libertad".
"En democracia se sacaron los edictos policiales, entonces para que la policía pueda detener a alguien, tiene que tener la sospecha de que está cometiendo un delito y este señor no estaba haciendo nada. Lo detuvieron porque el policía lo reconoció. Le vio cara conocida a una foto que tenía (aportada por el turista canadiense asaltado). Con ese criterio mañana pueden detener a cualquiera", indicó. "Lo del turista no lo sabíamos. La secretaria me explica que tenía 480 gramos de marihuana, me dicen que la marihuana tenía olor a podrido. La gente que tiene un poco de marihuana o cocaina y anda armada sale igual en libertad, es problema del juzgado número 4. No es un delito federal", afirmó Servini, "hay jurisprudencia. Que esté libre por el robo a es porque cumplimos con la ley y con la jurisprudencia. Se sacaron los edictos y se fueron dando más derechos humanos a los que cometen delitos.
El doctor Berni es médico y militar, no es abogado, no conoce las leyes. Si no cumplo con la ley viene la Cámara y me revoca el fallo y sale en libertad igual", concluyó la jueza
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AGUIRRE EL DELINCUENTE YA PIDE UN CACHET POR DAR ENTREVISTAS EN LOS MEDIOS, SU MUJER "CONSUELO" LO APOLOGIZA.
El episodio, como muy pocos ignoran a esta altura, ocurrió la semana pasada cuando Aguirre (33) cruzó su moto sobre una bicisenda del barrio de La Boca y, revólver en mano, increpó a Alexander Hennessy, quien paseaba en bicicleta junto a otros extranjeros, para que le entregara su mochila. La secuencia de video, que quedó registrada por una cámara que el turista llevaba en su casco, muestra cómo el motochorro amenaza y forcejea con su víctima y finalmente huye sin concretar su intención. Aunque apenas uno entre los cientos de ataques de motochorros que se producen cada semana en el país, el perpetrado por Aguirre cobró trascendencia mundial. Viralizado por las redes sociales, el video del asalto fue visto por más de seis millones de personas alrededor del mundo y generó un insólito fenómeno en torno a él: desde “memes” (fotos intervenidas con intención cómica) hasta un videojuego, una cumbia y un rap (ver aparte). En el ojo de ese huracán, el motochorro de La Boca -quien fue detenido por la policía y liberado horas más tarde porque el robo no se llegó a perpetrar- se convirtió de la noche a la mañana en una estrella de la televisión. Su presencia en el programa de Mauro Viale en carácter de entrevistado el martes último a la noche no sólo cuadriplicó la audiencia que habitualmente tiene a esa hora el canal, sino que se multiplicó luego en otras señales de televisión. Tanto es así que, según versiones de algunas productoras, el delincuente ya pedía ayer un caché de 3.500 pesos por cada participación. Pero tan insólito como el repentino estrellato del motochorro son los argumentos con los que él y su esposa justifican su accionar. Sin mostrarse en ningún momento arrepentido y hasta con un tono desafiante, Aguirre dijo que decidió salir a robar porque al día siguiente era el cumpleaños de su hijo y quería hacerle un regalo. “Yo estaba mal con mi familia. Quería ir a ver a mi hijo con plata. No tenía la plata para darle”, dijo el ladrón, quien se excusó diciendo que “peor es violar y matar”. En el contexto de las justificaciones y excusas que se prolongaron a lo largo de una hora de entrevista, a nadie se le ocurrió preguntarle al delincuente por qué en lugar de robar no había vendido el revólver, que según él terminó arrojando al río, o no se había desprendido de la costosa moto con que aparece en el video y que, tarjeta verde en mano, aseguró orgulloso ante las cámaras que era de su propiedad. Lejos de conformarse con justificaciones, tanto el motochorro como María Cosuelo, su mujer, aprovecharon el interés de algunos medios para mostrarse incluso víctimas de la situación. “Mientras que hay gente que critica a mi marido y quiere lincharlo, el turista está sacando provecho de esto”, se quejó ella en referencia al reportaje otorgado por Hennessy a la cadena CNN días atrás. Como se evidenció en las redes sociales, muchos de quienes vieron la entrevista televisiva sintieron por momentos que más que un motochorro, Aguirre parecía un experto en Derecho Procesal. “Quedé libre porque el intento de robo es un delito excarcelable”, explicó el delincuente al aclarar sin embargo que si vuelve a cometer otro delito, esta causa lo podría complicar. Lo cierto es que Aguirre, contra la imagen que él mismo se preocupó por mostrar en televisión, no sería precisamente un laburante que tuvo un mal día y que, tras 14 años sin delinquir, decidió volver a robar. Como dejaron trascender fuentes policiales, a Aguirre se le inició en 1999 una causa por robo a mano armada por la que fue condenado en octubre de 2002 a ocho años de prisión. Tras un tiempo en la cárcel, salió en libertad el 28 de febrero de 2005; y un año más tarde volvió a ser detenido por portación de arma de guerra, una causa a la que le siguieron otras por lesiones leves y tenencia de drogas en 2013. En suma, la tentativa de robo al turista canadiense, por la cual fue procesado el jueves último, no es precisamente una excepción.
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