VACACIONES INOLVIDABLES Increíble experiencia de pacientes de Romero Viajaron a Córdoba para disfrutar de las primeras vacaciones de sus vidas. Los acompañaron psiquiatras del hospital Daniel estuvo durante 14 años internado en el hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero. Eran días de levantarse a las seis de la mañana, desayunar, dedicarse a alguna tarea cuando podía y, el resto de las horas, mirar las paredes sin esperar nada. Ahora, a los 35 años, se vio de repente escalando sierras, contemplando paisajes que jamás había siquiera imaginado, y hasta bañándose en un río de aguas cristalinas. Por primera vez en su vida, había salido de vacaciones, “y nada menos que a Córdoba”, un lugar que no sabía ni que existía. Es que él, junto a otros once compañeros actualmente externados del neuropsiquiátrico Alejandro Korn, pudo concretar un viaje de ensueños. Junto a un grupo de profesionales, eligieron el destino y los detalles del viaje, organizaron rifas y bingos y trabajaron duramente en la asociación comunitaria “Una movida de locos” para poder costear sus gastos. Los pasajes y la estadía, se las financió el ministerio de Salud de la Provincia. Salieron el 6 de marzo y volvieron el miércoles 12, tan deslumbrados por la experiencia, que ahora sueñan con salir otra vez “a cualquier lado, y si podemos, nosotros solos”. “Eso sí que era vida -cuenta Marisel (35), quien estuvo internada en Romero desde el año 2000 y ahora vive con su papá y su madrastra- nos levantábamos a las 8, desayunábamos y después salíamos en la combi, a trepar por las piedras, a los ríos. Me hicieron hacer mucho ejercicio, pero eso sí que valió la pena”. “También fuimos a un baile y a jugar al pool”, dice con mirada de niño Abel (43), quien está externado desde hace 15 años pero que nunca en su vida había ido a ningún lado de vacaciones. Todos, recién regresados a La Plata, están tan entusiasmados que ayer, en el Centro Bassaglia de 49 entre 17 y 18 y en la asociación civil “una movida de locos” - de diagonal 78 entre 11 y 12- donde la mayoría de ellos trabaja, no paraban de contar detalles de todo cuanto habían visto en el viaje. La primera reunión para programar el viaje se hizo, hace ya varios meses, en el Centro de Día Franco Bassaglia, un espacio que funciona en La Plata, fuera del hospital. La mayoría de los que decidieron viajar, contaron que no conocían las sierras y que les daba curiosidad, que ese sería el destino este verano. Algunos tenían miedo de no hallarse, de perderse, de sufrir alguna crisis. Pero la conversación con los profesionales y el entusiasmo de varios contagió a los demás y, finalmente, todos se subieron a la combi manejada por Mario, el chofer que los llevó a todas las excursiones, y el miércoles 5 de marzo partieron expectantes. Después de 12 horas de viaje, llegaron a Embalse Río Tercero, donde se hospedaron. Y con el correr de los días visitaron La Cumbrecita, Villa General Belgrano, Santa Rosa de Calamuchita y el Dique Los Molinos. Recorrieron arroyos, treparon cerros y trajeron muchos regalos: “Un yerbero y un mate para mi curador Guillermo”, cuenta Abel; “miel para mi familia que voy a ver el sábado”, dice Daniel, y “alfajores para todos los compañeros que no pudieron viajar”.
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