Madres de Plaza de Mayo realizaron simulacro de juicio a periodistas
Durante un acto frente a la Casa Rosada con Hebe de Bonafini a la cabeza, se los acusó de "avalar" a la última dictadura militar y como culpables de haber "silenciado el horror"
La Asociación Madres de Plaza de Mayo, con Hebe de Bonafini a la cabeza, montó hoy un simulacro de juicio contra un grupo de multimedios y periodistas a los que acusó de "avalar" la última dictadura militar y solicitó que sean sometidos a un proceso formal.
Tras la puesta de escena en la Plaza de Mayo, Bonafini destacó que se trató de un juicio "ético y político irrefutable" en el que los periodistas acusados resultaron "culpables de haber traicionado al pueblo, de haber permitido que se mate y se torture, de haber silenciado el horror".
El juicio, que se produjo en medio del tironeo entre el Gobierno y algunos medios de comunicación, contó con la presencia de Néstor Busso, presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual (COFECA), vinculado con la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Busso aclaró antes de iniciar su exposición que se presentó por propia voluntad y trató de desvincularla de su función, aunque realizó una defensa férrea de la Ley de Medios Audiovisuales.
A pesar del repudio que generó la iniciativa en la oposición y la prensa, las Madres iniciaron el acto puntualmente a las 17:00 y se extendieron durante más de dos horas.
En ese lapso, pasaron por el escenario varios "testigos", la mayoría periodistas, que defendieron las acusaciones con pruebas documentales de época.
Entre los exponentes se destacaron Pablo Llonto, abogado querellante en la causa que investiga si Marcela y Felipe Herrera de Noble fueron apropiados durante la dictadura, y Carlos Rodríguez, periodista de Página 12 y ex redactor de la agencia Noticias Argentinas.
Rodríguez se extendió en sus conceptos sobre la realidad que se vivía en los medios durante la dictadura y defendió la postura de NA, que le valió tres días de clausura en la Guerra de Malvinas.
Finalmente, y luego de los alegatos de la "fiscalía" integrada por Sergio Gandolfo, Lucía García y Luis Arranz, llegó el turno de la sentencia del jurado popular integrado por todos los presentes, incluido el público.
Unánimemente las personas levantaron la mano y al grito de "culpable" expresaron su posición contra el Grupo Clarín, La Nación, a las editoriales Atlántida y Perfil, y los periodistas Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú y Samuel "Chiche" Gelblung, entre otros.
Enseguida, en su rol de jueza principal, Hebe de Bonafini se expresó en virtud de la sentencia, aunque evitó dictar una condena para los "culpables".
"Estoy convencida que en un tiempo no muy lejano habrá también un juicio donde los periodistas pidan perdón por tanta basura, por haber avalado la tortura, por haber silenciado el horror, aunque no alcance", afirmó.
"El próximo es el juicio a los jueces, ellos también van a ser condenados", anticipó Bonafini, envalentonada con la repercusión de este "juicio".
"Estos periodistas dejaron que se secuestren niños, que se mate, que nos quemen las casas y se quedaron callados. El silencio no es salud, el silencio es complicidad", concluyó.
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