PARA ALGO SIRVIÓ EL MERCOSUR

Uno de los acuerdos entre los países que componen el mercosur, se halla el de cooperacion para la lucha contra la corrupción y lavado de dinero.

Esto estaba atado a los pedidos de los distintos magistrados de los países intervinientes, los cuales podían solicitar medidas procesales y hasta pedidos de detención.

Uno de los primeros casos se dio el año pasado con la captura de Ibar Perez Corradi en Foz Iguazú. Las autoridades argentinas sabían donde se ocultaba el prófugo del triple crimen de General Rodriguez. Las autoridades Brasileras eran muy reticentes a la captura de este sujeto, que siempre tenia una forma de escabullirse. Al momento de echarle mano, primó los convenios de cooperación entre naciones. El país mas parco en este tipo de maniobras siempre lo ha sido Uruguay. En las décadas del 60 y 70, la ciudad de Punta del Este, era meca del lavado de dinero. Por muchos años Uruguay fué un paraíso fiscal, al que no le quedó mucho remedio que firmar el convenio, con algunas observaciones. Entre ellas, que existiera orden judicial para la investigación de cualquier habitante que tuviera bienes, propiedades o dinero en su suelo. Muchos latinoamericanos, fueron los que aprovecharon las ventajosas oportunidades que brindaba la tierra charrúa y que aún en la actualidad, a pesar de estos convenios, no hacen muchas preguntas de donde provienen los fondos que desembarcan con fines de todo tipo de inversiones. 

La detención y confiscación de los bienes del gremialista Marcelo Balcedo, ha abierto una ancha puerta y sentado un gran precedente para avanzar sobre otras figuras políticas y gremiales sospechadas de corrupción. Entre la gran difusión que tuvo el hecho y la exhibición de los bienes -supuestamente - mal habidos, sale a la luz de la conclusión que ya invertir en este ex paraiso fiscal, no es  nada seguro. 

También, así lo interpretan muchos figurines locales y sus testaferros ad hoc, y (no son  uno solo, por supuesto) que tienen sus canutos en ese cercano país. Esta detención mediática del gremialista, los los inquieta, los moviliza, a determinar que hay que hacer algo.  No solo me refiero a la Doctora , sino también a gremialistas locales, polítiqueros, empresarios con sus dinerillos puestos allí. 

Pero, si es dinero declarado y bien habido, no tienen por que preocuparse.