Hay hechos que aunque resulten increíbles, son pura realidad….
Con motivo de la exhumación de los restos de Manuel Belgrano que estaban sepultados en el atrio de Santo Domingo, para ser colocados en una urna, que iría dentro del mausoleo a inaugurarse, ocurrió un hecho insólito.
El 4 de septiembre de 1902, a las dos de la tarde se exhumaron los restos del general Belgrano.
Una comisión de notables, ante el escribano mayor del gobierno, Enrique Garrido, se procedió a exhumar los restos de Belgrano, para ser depositados en el Mausoleo próximo a inaugurarse.
Las noticias aparecieron en La Nación y La Prensa del día 5 de septiembre;
La Prensa de los días 6 y 7 del mismo mes, y la Revista Caras y Caretas, de 13 de diciembre de ese año.
Realizada la excavación, en presencia también del escultor Ximenes, encargado de dar forma al mausoleo encargado por por "suscripción popular"
Realizada la excavación, en presencia también del escultor Ximenes, encargado de dar forma al mausoleo encargado por por "suscripción popular"
se removió la tierra del fondo de la fosa y aparecieron algunos huesos del esqueleto de Belgrano, varios trozos de madera y unos cuantos clavos de bronce. Los huesos fueron colocados en una bandeja de plata.
Entre los restos de Belgrano que no habían sido transformados en polvo por la acción del tiempo, se encontraron varios dientes en buen estado de conservación, y he aquí la cuestión, estos fueron repartidos entre el Ministro del Interior y el Ministro de la Guerra
Resulta de sumo interés el elevado concepto que gozaba el prócer en esos momentos, y como se destacaba su honestidad al decir que fue el "patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación".
El diario LA PRENSA del 5 de septiembre de 1902 comenta de esta manera
"En el sepulcro del General Belgrano. Exhumación de sus restos. Un acta defectuosa. (Repartición de dientes entre los ministros) (...) "Llama la atención que el escribano del Gobierno de la Nación no haya precisado en este documento los huesos que fueron encontrados en el sepulcro; pero no es esta la mayor irregularidad que es permitido observar en este acto, que ha debido ser hecho con la mayor solemnidad, para honrar al héroe más puro e indiscutible de la época de nuestra emancipación, y también es necesario decirlo, para honrar nuestro estado actual de cultura. Entre los restos del glorioso Belgrano que no habían sido transformados en polvo por la acción de] tiempo, se encontraron varios dientes en buen estado de conservación, y admírese el público ¡esos despojos sagrados se los repartieron buena, criollamente, el Ministro del Interior y el Ministro de la Guerra! Ese despojo hecho por los dos funcionarios nacionales que nombramos, debe ser reparado inmediatamente, porque esos restos forman una herencia que debe vigilar severamente la gratitud nacional; no son del gobierno sino del pueblo entero de la República, y ningún funcionario, por más elevado o irresponsable que se crea, puede profanarla. Que devuelvan esos dientes al patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación, y que el escribano labre un acta con el detalle que todos deseamos y que debe tener todo documento histórico...."
El 6 de septiembre el diario "La Prensa" publica dos cartas del padre Modesto Becco, prior de la orden dominicana.
La primera expresa: "El Exmo. Señor Ministro del Interior Dr. Joaquín V. González, que llevó un diente del general Belgrano para mostrárselo a varios amigos, acaba de remitirme esa preciosa reliquia del glorioso prócer de la patria, la cual está en mi poder y bajo la custodia de esta comunidad como el demás resto de sus cenizas".
En la segunda, se exculpa al otro ministro: "El Exmo. Señor Ministro de la Guerra depositó en mis manos el diente del general Belgrano que llevara para presentarlo al señor general D. Bartolomé Mitre".
Hasta aquí dos medios tradicionales podríamos decir, pero hay otras visiones….
"Caras y Caretas", del 13 de septiembre de 1902, caricaturiza la situación a través de una imagen en que se muestra a Belgrano saliendo de su tumba y señalando con el índice a los ministros cuestionados, mientras se queja: "¡Hasta los dientes me llevan! ¿No tendrán bastante con los propios para comer del presupuesto?"
Podemos apreciar que el tema navega entre el patetismo de la miseria humana y el humor negro….
Quizás mas allá de las enseñanzas que esta historia nos puede dejar, nos demuestra la humana falibilidad y mezquindad de cualquier hombre sea el que sea…Eso que los que lo hace de carne y hueso y algunos dientes podríamos decir y lo que los aleja del bronce inmortal y frío.
Como podemos observar, una constante en la historia argentina parece ser la de tener algunos políticos que nos avergüencen y que cedan ante la presión de la prensa En eso reside su importancia y el caso que hoy pongo a la luz, ilustra el importante papel que cumple el periodismo independiente.
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