Al final se confirmaria que CASI todas las mujeres serían putas...

La cultura en la que nos criamos puede tener consecuencias indeseables en la conducta. Esto afecta a muchas mujeres, que si bien pueden ser sueltas y desinhibidas en la vida, cuando llega el momento de ir a la cama, a veces se callan algunas cosas. Anotá:

1) Se dan cuenta si algo que les pedís lo viste en una porno
Las cosas que son vistosas y agradables en cámara no siempre coinciden con las de la realidad, donde la subjetividad no se recorta al tamaño de una pantalla si no que es más bien un asunto que involucra el cuerpo entero. Date cuenta de que a veces ellas no dicen nada y aceptan acomodarse y moverse como una pornostar sólo para darte el gusto.

2) El tipo “aguantador” está sobrevalorado
Tampoco ir al extremo del chabón ese que apenas las toca, acaba, se da vuelta y se duerme. El hecho de que a las mujeres les guste que una relación sexual dure más de 30 segundos no quiere decir que si estás dos horas seguidas dándole, en realidad la mina no esté pensando en silencio “ay, por favor, que acabe ya este tipo” y que no diga nada por temor a lastimarle el orgullo.

3) Ellas saben exactamente qué y cómo les gusta
A menos que te estés cogiendo una pendejita sin experiencia (de 18 para arriba, obviamente) las mujeres en general saben cómo hacerse llegar al orgasmo porque practicaron masturbándose, pero probablemente muchas veces callen las “indicaciones” por lo mismo que en el punto 2, o para no sentir que quedan como las mandonas villanas castradoras ante el nabo que ni sabe tocarlas.

4) Llegar al orgasmo cuesta más de lo que vale
Muchas mujeres sienten fastidio ante la insistencia estoica de chabones que no son capaces de tocarlas o garchárselas de un modo donde las hacen acabar, eso no significa que todo el viaje no sea divertido. Woody Allen dice que “se le pone demasiado énfasis al orgasmo para nivelar un poco el sinsentido de la vida”

5) El cuerpo es mucho más sensible cuando se excita
Muchacho que lees esta nota, su clítoris o sus pezones no son un botón mecánico como el del ascensor, que lo llamás y viene. A las chicas en general les gusta que le entres por el lado amable, siempre hay tiempo de alocarse y volverse salvajes, pero sarparse en la fuerza o presión de entrada, o hacerse el capo si tener técnica es de lo más deserotizante.

Obviamente cada persona es un mundo y cada mujer un universo. Quizás ellas no te digan algunas cosas por timidez, por pruritos sociales, por traumas, por educación o lo que sea. La clave está siempre en la buena comunicación, es muy importante tenerse paciencia para poder disfrutar genuinamente.