Algo en que creer.
Algo en que creer.
Un ingeniero amigo, vendia a modico precio, cuestiones elementales para no creer.
Su negocio era simple, consistia en negar.
A su local, accedian personas que querian dejar de creer.
Sarmizi -el ingeniero- vendia descreimientos al modico precio de 10 pesos la unidad.
Al efecto de quien accedia por penas de amor, este le invitaba a sentarse, le permitìa que le explicara su "pesar" y Sarmizi, con un "pase de palabras" afirmaba "tomese un te de tilo, y frotese la nariz tres veces" -ante la mirada atonita de sus clientes, ya medios atonitos antes de entrar, el titulo de ingeniero civil, no convencia pero persuadia aparentemente...- "y va a ver -Sarmizi- que Ud se olvida de este y de cualquier amor".
Por supuesto era una estafa.
Es bien sabido que sobre cuestiones de amor la ultima palabra la tiene el tiempo o Sarmizi que lo curaba con te de tilo y frotandose la nariz, tres veces.
Los conocimientos universales de Sarmizi, nunca concluian alli.
Tambièn respondia sobre otros topicos, una vez -hace una semana.- alguien le consulto sobre a quien votar, Sarmizi lo expulsò a patadas -previo cobro de su tarifa, y luego de hacerlo entrar a su despacho, claro que antes de esto la intempestiva de Sarmizi, era previsible, ya que ni bien la persona ingresò, le plantèò esto, Sarmizi, respondiò por su exabrupto, "soy un profesional" todo dentro del marco de mi profesiòn.
Lo cierto es, que Sarmizi ademas, decidiò incursionar en derecho, en politica, en medicina, en mensuras, en remates, alquileres, lotes, enfermeria, plomeria y hasta servicio de cadetereria.
Como se podrà suponer, no matò a nadie pero aun sigue preso.
Cuando se le preguntò "de todas las profesiones que ejerciò sin titulo y usurpò estafando a sus clientes" Sarmizi respondiò "no es asi, ellos querian a alguien en quien creer"....y rematò con "y sinò me tienen fè tararendo con una sonrisa desencajada que que que que nanananananan...."
Està detenido en open door a la espera del juicio oral.
Un ingeniero amigo, vendia a modico precio, cuestiones elementales para no creer.
Su negocio era simple, consistia en negar.
A su local, accedian personas que querian dejar de creer.
Sarmizi -el ingeniero- vendia descreimientos al modico precio de 10 pesos la unidad.
Al efecto de quien accedia por penas de amor, este le invitaba a sentarse, le permitìa que le explicara su "pesar" y Sarmizi, con un "pase de palabras" afirmaba "tomese un te de tilo, y frotese la nariz tres veces" -ante la mirada atonita de sus clientes, ya medios atonitos antes de entrar, el titulo de ingeniero civil, no convencia pero persuadia aparentemente...- "y va a ver -Sarmizi- que Ud se olvida de este y de cualquier amor".
Por supuesto era una estafa.
Es bien sabido que sobre cuestiones de amor la ultima palabra la tiene el tiempo o Sarmizi que lo curaba con te de tilo y frotandose la nariz, tres veces.
Los conocimientos universales de Sarmizi, nunca concluian alli.
Tambièn respondia sobre otros topicos, una vez -hace una semana.- alguien le consulto sobre a quien votar, Sarmizi lo expulsò a patadas -previo cobro de su tarifa, y luego de hacerlo entrar a su despacho, claro que antes de esto la intempestiva de Sarmizi, era previsible, ya que ni bien la persona ingresò, le plantèò esto, Sarmizi, respondiò por su exabrupto, "soy un profesional" todo dentro del marco de mi profesiòn.
Lo cierto es, que Sarmizi ademas, decidiò incursionar en derecho, en politica, en medicina, en mensuras, en remates, alquileres, lotes, enfermeria, plomeria y hasta servicio de cadetereria.
Como se podrà suponer, no matò a nadie pero aun sigue preso.
Cuando se le preguntò "de todas las profesiones que ejerciò sin titulo y usurpò estafando a sus clientes" Sarmizi respondiò "no es asi, ellos querian a alguien en quien creer"....y rematò con "y sinò me tienen fè tararendo con una sonrisa desencajada que que que que nanananananan...."
Està detenido en open door a la espera del juicio oral.
Posted 20th October 2010 by autor
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