Se conoce como la Década Infame, en la Argentina, el período que comienza el 6 de septiembre de 1930 con el golpe de Estado cívico-militar que derrocó al Presidente Hipólito Yrigoyen y finaliza el 4 de junio de 1943 con el golpe de Estado militar que derrocó al presidente Ramón Castillo. El nombre le fue dado por el historiador José Luis Torres.
Sobre nuestro contexto mas cercano, nos hallamos en la parte final de una década en la cual hubo ausencia de los fraudes electorales, pero sin embargo fueron reemplazados por políticas ultra conservadoras y dañinas a nuestro querido suelo.
Fue el objetivo primordial y lo es en la actualidad, fortalecer a los grupos monopólicos locales directa o indirectamente, el endeudamiento progresivo de la clase trabajadora, el acaudalamiento a traves de las políticas Roquistas del siglo XlX, donde han beneficiado a un grupo de empresarios rurales.
Quizás uno de los planes mas frutíferos ha consistido en crear una generación adicta y dependiente del estado, habiendo establecido, consistentemente en que el pobre debe seguir siendo indigente para que continúe la dependencia y buscar siempre medias soluciones a problemas de fondo.
Sin lugar a dudas, los crímenes económicos del dolo y el favor puestos sobre la sospecha de malversación de cuadales públicos, negocios privados con dinero del estado, los beneficios otorgados a empresas privadas de gastos que nunca se licitaron, la mala administración y distribución de partidas presupuestarias que han quedado en el camino como lo fueron el saneo de la laguna, el arreglo de nuestro acceso, los fondos de la planta de reciclado, los fondos de la planta de biodiesel, los fondos fagocitados del ferrobús, los pagos de sueldos a ñoquis y punteros políticos entre tantas yerbas mal olientes.
Esto es comparable con nuestros legisladores locales. Salvo exepciones, han mostrado ser funcionales a los poderes de turno, a los grupos económicos que agazapadamente representan, dispuestos a hechar por tierra todo aquel emprendimiento que soslaye sus intereses que verdaderamente tutelan y no son necesariamente los del pueblo.
Sobradas son y fueron las actitudes vergonzantes de algunos ediles en esta década donde se han mostrado como vasayos y no guardando ni un dejo de decoro a quien a confiado en ellos.
Bancas y sillones ocupados por gente que está pensando en el dinero o cuanta plata va a ganar, en vez de tomar conciencia de la enorme responsabilidad que es manejar los designios de nuestro suelo.
Es hora de decir basta de tanta mugre, tanta incapacidad, tanta soberbia puesta en una montaña de mentiras, de hacerle daño a nuestrpatria chica. Es hora de despertar estimados vecinos y que se le deje el paso a gente que piense en el futuro de 25, sea de la bandería política que fuere; que se termine este período infame que tanto mal ha hecho.
Que existen otras posibilidades de crecimiento y desarrollo, implica que hay otra forma de hacer las cosas de como se están haciendo en la actualidad, basta de estas ideas, la viejas ideas que nos han llevado al ostracismo institucional, a ser un pueblo pequeño de provincia, a tener una emigracion de recursos humanos valiosos todos los años...
Chau, que Dios ilumine este nuevo camino.
Sobre nuestro contexto mas cercano, nos hallamos en la parte final de una década en la cual hubo ausencia de los fraudes electorales, pero sin embargo fueron reemplazados por políticas ultra conservadoras y dañinas a nuestro querido suelo.
Fue el objetivo primordial y lo es en la actualidad, fortalecer a los grupos monopólicos locales directa o indirectamente, el endeudamiento progresivo de la clase trabajadora, el acaudalamiento a traves de las políticas Roquistas del siglo XlX, donde han beneficiado a un grupo de empresarios rurales.
Quizás uno de los planes mas frutíferos ha consistido en crear una generación adicta y dependiente del estado, habiendo establecido, consistentemente en que el pobre debe seguir siendo indigente para que continúe la dependencia y buscar siempre medias soluciones a problemas de fondo.
Sin lugar a dudas, los crímenes económicos del dolo y el favor puestos sobre la sospecha de malversación de cuadales públicos, negocios privados con dinero del estado, los beneficios otorgados a empresas privadas de gastos que nunca se licitaron, la mala administración y distribución de partidas presupuestarias que han quedado en el camino como lo fueron el saneo de la laguna, el arreglo de nuestro acceso, los fondos de la planta de reciclado, los fondos de la planta de biodiesel, los fondos fagocitados del ferrobús, los pagos de sueldos a ñoquis y punteros políticos entre tantas yerbas mal olientes.
Esto es comparable con nuestros legisladores locales. Salvo exepciones, han mostrado ser funcionales a los poderes de turno, a los grupos económicos que agazapadamente representan, dispuestos a hechar por tierra todo aquel emprendimiento que soslaye sus intereses que verdaderamente tutelan y no son necesariamente los del pueblo.
Sobradas son y fueron las actitudes vergonzantes de algunos ediles en esta década donde se han mostrado como vasayos y no guardando ni un dejo de decoro a quien a confiado en ellos.
Bancas y sillones ocupados por gente que está pensando en el dinero o cuanta plata va a ganar, en vez de tomar conciencia de la enorme responsabilidad que es manejar los designios de nuestro suelo.
Es hora de decir basta de tanta mugre, tanta incapacidad, tanta soberbia puesta en una montaña de mentiras, de hacerle daño a nuestrpatria chica. Es hora de despertar estimados vecinos y que se le deje el paso a gente que piense en el futuro de 25, sea de la bandería política que fuere; que se termine este período infame que tanto mal ha hecho.
Que existen otras posibilidades de crecimiento y desarrollo, implica que hay otra forma de hacer las cosas de como se están haciendo en la actualidad, basta de estas ideas, la viejas ideas que nos han llevado al ostracismo institucional, a ser un pueblo pequeño de provincia, a tener una emigracion de recursos humanos valiosos todos los años...
Chau, que Dios ilumine este nuevo camino.
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