Indicamos soluciones, una propuesta declarativa. Por el Mejor Lancero de Calfucurá.

Me terminaron dando la razón: en mi nota "la eterna mala costumbre de gastarse la plata en otra cosa" fue escuchada y fue replicada en la matuta manifestando que había recibido  plata de menos de la coparticipación, como justificando una práctica casi constante, pero para los gobiernos municipales locales un enorme embudo que los va a llevar a generar un enorme rojo a la larga imposible de tapar.

No todo es crítica; quiero dar soluciones. Ha de resultar que a la gente de los vagones  solicitan, digamos tibiamente porque mucha gente no los consideran vecinos, un lugar digno para vivir. La cuestión es como mucha gente tiene, también la necesidad habitacional.
La muni, ni un peso para esto ni para aquello, propongo yo comprar una maquina para empezar a hacer monoblocks, pongo yo el dinero y que el estado municipal colabore con el cemento, la arena de piedra y la arena de montevideo para empezar. Yo los sé hacer y me me comprometería a enseñarle a la gente que quiera agachar el lomo, hacerse sus monoblocks como en otros tiempos en donde Pichi Gomez hizo algo parecido. La única candicion que pongo es que cuando se terminen de hacer los bloques se me devuelva la máquina. También puedo enseñarles a quien quiera a hacer un cimiento y levantar paredes.

Y esto no solamente para los vecinos de los vagones, sino para todos aquellos que deseen hacerse su primera casita.
Una pieza cocina y baño lleva aproximadamente 1400 monoblock, con esta maquina se haría en un dia, son 14 familias las de los vagones o sea que en dos semanas de trabajo se tendría los bloques de todas las viviendas.
Tenemos que dejar los veinticinqueños de ser egoistas, en pensar en el bien común, que esta ciudad, este distrito se va levantar de su adormecimiento, con los brazos y las ideas de todos, enarbolando las banderas del localismo, el amor al pueblo, la confraternidad aunque pensemos distinto.

Soy de los partidarios que esta ciudad debe crecer, y sin embargo puede crecer sin tener los vicios de una urbe grande, siempre y cuando vayamos salvando los problemas con probidad y responsabilidad en la medida que surjan. Propongo que empecemos a llamarnos "Mayolinos", como les decian a los soldados del Viejo Escuadrón Mayo, que defendía el Cantón de la Mulitas de las amenazas de malones de indios y las mallocas de  malandrines alzados.

A usted le digo señora, que me conoce, sabe quien soy y sabe donde encontrarme, dejo la puerta abierta al diálogo, aunque declaré publicamente que no pienso como usted. La propuesta está hecha, no es una novedad, pero si una solucion a corto plazo.