Con Oscar “Zam-bha” Gallichio, desaparece el último vestigio en la Ciudad de un movimiento que marcó la década del 60 en todo el mundo
Es leyenda. |
Hasta ahora, sobrevivía en la Ciudad una pintoresca expresión del movimiento hippie, aquel que marcó a fuego a la juventud de los años sesenta. Tenía su “base de operaciones” en la feria de Plaza Italia, donde Oscar Gallichio mantenía una curiosa librería que funcionaba en base a la confianza y no al intercambio comercial. Gallichio murió esta semana a los 64 años. Y con él se fue -en silencio- el último bastión de aquel movimiento que hizo historia.
“Zam-bha” -según el sobrenombre con el que se lo conocía- se hizo famoso en la Ciudad por crear la “Hippie card”. Era una tarjeta virtual que sólo funcionaba en su librería ambulante de Plaza Italia: permitía llevarse un ejemplar usado de cualquier género sin la obligación de pagar en el momento. Cuando un potencial cliente se acercaba al puesto atraído por el volumen de obras y la invitación de un cartel que decía “Por favor tocar”, El explicaba con su filosofía desprendida: “Llevate el libro que te guste. La plata nos la acercás después, el domingo que viene, el mes que viene, el año que viene o cuando pases de nuevo por acá y te acuerdes”.
Como resaltaron sus más estrechos allegados, él confiaba en la humanidad y ésa era su militancia: transmitir con la palabra y la acción que la generosidad y el optimismo son valores posibles de llevar adelante.
Intimamente vinculado a la cultura del rock y a las vanguardias sesentistas de la música nacional, integró los círculos del movimiento hippie de nuestra ciudad, se relacionó con la célebre Cofradía de la Flor Solar (semilla de reconocidas bandas, como Los Redondos) y fue fuente de inspiración de una historieta (“El barón Zam-bha”) creada por Ricardo Cohen (Rocambole), a quien lo unió, además, una entrañable amistad.
Nadie mejor que el artista plástico y autor de la gráfica de Los Redondos de Ricota para definir la figura del querido hippie de Plaza Italia. “Fue un ejemplo de coherencia: vivió como pensaba y hasta murió como él quería, en su casa. Fue muy generoso y solidario, el arquetipo de las ideas que los jóvenes tuvieron hacia fines de los años 60, y practicó sus ideales en su propia vida”, dijo, tras la muerte de su amigo, el “Mono” Cohen.
Resultaba fácil encontrarlo, un sábado o un domingo, mate en mano, con su particular modo de vivir el oficio de librero. Entretenido narrador de anécdotas, le gustaba conversar con los jóvenes, remontarse a los tiempos de la vida en comunidad y hablar sobre los exponentes del rock que había conocido varias décadas atrás. Sumamente sociable, para “Zam-bha”, ese acuerdo implícito de “lleve ahora y pague después” era una suerte de pacto, una excusa para que la gente volviera al lugar y continuar así con las apasionadas charlas.
A “Zam-bha” le diagnosticaron cáncer el año pasado. Unos días antes de morir escribió unas palabras que legó a una de sus amigas y que se conocieron tras su fallecimiento a través del Facebook. En ese breve pero emotivo texto convocó a sus allegados “a un momento de reflexión y regocijo ante el maravilloso viaje que he emprendido de regreso a casa. Reciban, desde lo más elevado, mi gratitud por todo lo aprendido; y les ruego interesadamente, disculpen los errores de mi torpeza (para hacer más liviano mi equipaje)”.
Los restos de “Zam-bha” fueron cremados y sus cenizas trasladadas a Córdoba.
un loco lindo...
ResponderBorrarMUY BUEN TIPO Y CASI UNA ESPECIE EN EXTINSION .. ASI ME HUBIERA GUSTADO VIVIR Y MORIR PEGADO A MIS IDEALES , SE LO COMENTABA A MI PERSONAL DE SEGURIDAD QUE ME ACOMPAÑA Y MI CHEFF GOURMET DE TIEMPO COMPLETO .. ESA ES LA VIDA QUE QUERIA NO ESTO , EL LUJO, MUJERES, VIAJES , DROGAS, TE DEJAN TAN VACIO QUE TENGO TOMAR UN DRINK BLUE LABEL, ANTES DE LLAMAR A MI SECRETARIA(90-60-90 EX CONEJITA ) PARA QUE ME LA MAME .. GRANDE MAESTRO !! MIS RESPETOS Y COMO USTED MI EQUIPAJE SIEMPRE ES LIVIANO , PARA ESO LE GARPO A ESTOS NEGROS VALIJEROS
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EL RUSO