Memoria de arrabales, barro, faroles, y maricones pero de ley.

El tango -muchos lo saben- es una expresiòn ultra gay del concepto del guapo argentino, aquel que siempre tenia su segundo o lugarteniente, su punto su "chonguito". El guapo, daba macho pero en realidad, el trolo ante la duda era el novio y no el.
El tango hace venera hasta la idiotes a la madre, pero fustiga a la mujer -la hembra- aunque en algun punto debe pregutnarse alguien si la madre no es hembra o si lo cagò o lo pariò.
El tango, tiende a mostrarnos a una mujer brava pero maleable. Para muchos pinchable. En realidad, es otro mito ya que si la mujer no accede el hombre no pincha ni con aguja y quien elige -sea en el tango o cualquier otro genero- es la mujer.
Finalmente, el tango es una expresiòn rayana al 1900 hace un tiempito atras. Era otro pais, otra circusntancia, era "otra cosa".
Se tomaba merca, cocaina -cuando era licita para calmar dolores- y usualmente el guapo o tanguero vivia de las mujeres, era proxeneta, hoy serìa alguien repudiado social y penalmente.

A los memoriosos les gusta evocar grandes escritores, entre ellos grandes y talentosos consumidores de cocaina, y por supuesto de otras drogas licitas. Marginales, noctambulos, taciturnos, "vagos", el tango es la peor referencia que se pueda tener de un individuo, por su condicion de "veneracion maternal" estàr siempre con "hombres" y consumir drogas, aunque ejercitar el articulo penado 840 del codigo penal....el de proxeneta....elegante, gracias a usufructuar de las minuzas, y darles seguridad, usualmente los duelos entre guapos y dueños de esquinas terminaba a los besos......en realidad el tango se bailaba entre hombres, asi que amigo, cada vez que le digan tango y Ud evoque masculinidad y ARgentinidad, sepa que el tango es bien macho, y bien Argentino, sinò es la misma cosa, y ademas tiene olor a huevos aunque vaselina. Una porqueria. Los "Varones" del tango y las "Varonesas" del tango por igual tampoco eran mujeres de "su casa" y a decir verdad musica triste que relata defectos ajenos decepciones y que tiende a cargar las culpas de los fracazos propios con gran habilidad en los otros. No es parar sorprenderse, que este pueblo Argentino siga esa tendencia, y que a la hora de ser hombres o mujeres, terminen siendo lo que son. Porque seamos sinceros, uno tambien es Argentino y tiene su corazoncito, cerca del pasaporte Argentino claro.